Una de ellas aporta la vivienda con el fin de mejorar, por una parte, su situación emocional combatiendo la soledad y por otra, su situación económica compartiendo los gastos generales de la casa (un único recibo de luz, agua, gas…).
Las personas se dan apoyo mutuo y compañía, empoderándoles en sus entornos y continuar creando futuro.